domingo, 19 de agosto de 2007

COIBA, LA ISLA DEL DIABLO

El sábado (18 de agosto) estuve en la proyección del documental “Coiba, la Isla del Diablo” de Alberto Serra, invitación hecha por el Circulo Cultural Amador J. Fraguela.
En mi opinión (con el debido peso que tiene mi opinión como asidua televidente y cinéfila), es un excelente trabajo de producción en técnica y contenido. No me dejó la sensación de estar viendo un programa mas de los emitidos en televisión por cable; la experiencia y conocimiento de Alberto y su equipo tuvo un excelente resultado de calidad.
El documental te introduce en el tema de lo que han sido las islas cárceles, mezcla los hermosos paisajes con la reseña de lo que fue el funcionamiento penitenciario, te va ubicando en contexto sin llegar a adornar con excesivos detalles.
Los testimonios de quienes vivieron la experiencia se sienten honestos, dejando ver el impacto psicológico que les dejó la vida en aquel recinto, a tal punto de marcar la duda sobre su actual funcionamiento. Revela la ironía de un lugar paradisíaco (al que es difícil no imprimir ese tono romántico que exige Coiba) en el que se vivieron historias dramáticas, tristes, melancólicas de hacinamiento, injusticias, muertes de cuerpos y almas, sin que sea exclusivo de un tiempo.
Después de la proyección, Alberto muy abierto y sincero, comentó sobre su producción. Nace la idea de realizar un documental largo teniendo a Coiba como tema, con un presupuesto sumamente bajo y los obstáculos que presenta el recopilar información en un tema como este. Empezando por ganar la confianza de quienes vivieron en carne propia la reclusión en Coiba, o como cuando casi concluida la producción recibió mas ofertas de contar historias personales.
El documental pone sobre la mesa la convergencia de situaciones que rodean a Coiba en el tema carcelario; no contesta todas las preguntas pero deja las ganas de querer saber mas. Creo que, lo que se propuso Alberto lo logró: un documental de una hora, calidad técnica, excelente musicalización, producción nacional y abordar el tema en términos generales.
Estuvimos alrededor de 20 espectadores con la oportunidad de poder hacer preguntas a Alberto. Hubieron quienes preguntaron sobre la producción, la parte técnica, el formato en que fue grabado, el contenido.
Entre preguntas, opiniones y sugerencias personales constructivas hubo varios consejos acerca de cómo mejorar este trabajo fílmico. Me llamo la atención cada intervención (incluyendo la mía) ya que parecía un laboratorio con un experimento social acerca de la percepción de cada uno de los asistentes sobre lo que se había proyectado. Fue interesante ver como unos sintieron que debió darse mas importancia a lo relacionado con la dictadura, otros a la dones de la naturaleza, a hacer un trabajo acerca de otras cárceles. O saber si se estaba conciente del legado a las generaciones futuras con el mensaje contenido en el documental.
Sin darle mayor relevancia a una época en particular, Coiba nos lleva al final a las mismas conclusiones: hacinamiento, luchar para sobrevivir, perdida de todo derecho, olvido.
El camino creativo te lleva probablemente a lugares que no se tenia planificado, y este puede ser el caso. Un documental que nace de la iniciativa de realizar un trabajo mas complejo, aprovechando la experiencia, el talento y herramientas comienza con el compromiso personal de llevarlo a termino, pero como todo aquello que nace de la pasión por hacer lo que nos gusta, avanza en su ciclo de vida con el compromiso con los demás. Lo que comienza siendo un compromiso “conmigo”, involuntariamente evoluciona en un compromiso con la sociedad, y esta es exigente.
Me gustaría volver a ver este trabajo, lo recomiendo y sugiero recomendarlo.

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